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PALEONTOLOGÍA

Mientras que la Geología estudia la composición, estructura, dinámica e historia de la Tierra, incluyendo sus recursos naturales (energía, minerales, agua…), así como los procesos que repercuten en su superficie, por tanto, en el medio ambiente y la Biología todo lo relacionado con la vida y lo orgánico, incluyendo los procesos, sistemas, funciones, mecanismos u otros caracteres biológicos subyacentes a los seres vivos en diversos campos especializados que abarcan su morfología, fisiología, filogénesis, desarrollo, evolución, distribución e interacciones en los niveles macroscópico y microscópico; la Paleontología es el estudio científico de la vida en tiempos pasados. Trata de desvelar qué formas de vida había millones de años atrás, cómo vivían y por qué se extinguieron.

 Para esto se vale de los conocimientos que proveen otras ciencias como la Geología o la Biología.



Se enfoca en los miles de seres vivientes que existieron alguna vez, pero que desaparecieron. Generalmente estudia especies que vivieron al menos unos 12 mil años atrás. Los apasionados en la paleontología lo comparan frecuentemente con viajar en el tiempo.

 Charles Darwin expuso en El Origen de las Especies:

  “Durante cada uno de estos años, en todo el mundo, la tierra y el agua han estado poblados por una multitud de formas de vida. ¡Qué número infinito de generaciones, que la mente no puede comprender, deben haberse sucedido a lo largo de los años! Ahora diríjase a nuestros museos más ricos, ¡y qué exhibición miserable contemplamos!


¿Qué estudia la paleontología?

El objeto de estudio de la paleontología son los restos fósiles, que pueden encontrarse en la naturaleza. Es todo material biológico no viviente, que ofrece un magnífico registro de la vida en la Tierra.

Los fósiles se utilizan para interpretar qué procesos o eventos sucedieron en el pasado. Pueden ofrecer información sobre la sincronización de sucesos en otras eras. Proveen tasas de cambio de rasgos a lo largo del tiempo a través de la recolección de ADN y de otras informaciones moleculares.

Permite pensar en los límites de la vida. Una prueba de esto es que actualmente el animal viviente más grande, el elefante tiene un volumen de unas 7 u 8 toneladas. Pero hace millones de años este puesto era el de los saurópodos, dinosaurios de cuello grande que pesaban alrededor de 135 toneladas.





Los restos fósiles de este tipo de dinosaurio ayudan a descubrir cómo vivieron y a vislumbrar a través de ellos cambios drásticos en los seres vivos en entornos específicos.

Son parte importante del estudio de la macroevolución que provee información sobre cambios a gran escala a través de las eras geológicas.


¿Cómo los restos biológicos se convierten en fósiles?

Los fósiles son prácticamente como las rocas, ya que han pasado por procesos que los han convertido en materiales geológicos. Esto es lo que se conoce como fosilización, que es el movimiento de la información biológica desde la biosfera a la litósfera. Es decir, el proceso de transformación del material biológico al material rocoso.

Al estudiarlos los paleontólogos han encontrado dos clases de fósiles.

Estos son:
Las partes duras que involucran tejidos esqueléticos, huesos, dientes o caparazones.
Partes blandas que incluyen tejidos blandos de órganos internos.



Obviamente las partes duras son más resistentes a la descomposición que las partes blandas. Pero no hay que dejar de lado que las partes blandas mantienen unidas a las partes duras.

La mayoría de las partes blandas están formadas por materia orgánica como lípidos, carbohidratos y proteínas. Su composición química incluye hidrógeno, carbono, oxígeno, nitrógeno, azufre y fósforo.

Las partes duras están compuestas también de material orgánico e incluyen materiales cristalinos de consistencia fibrosa, rígida y resistente. Un ejemplo de esto son los exoesqueletos de los insectos, que mudan la parte exterior de su anatomía. Pueden tener texturas calcáreas, silíceas, y fosfáticas.


La paleontología se divide en diversas especialidades, que estudian variados aspectos del estudio del pasado.

Entre estas podemos nombrar las siguientes materias:

Bioestratigrafía que estudia la distribución vertical de los fósiles en las rocas.
Micropaleontología encargada de la investigación de fósiles de organismos unicelulares.
Paleobotánica que es el estudio de fósiles vegetales.
Paleoecología consiste en la investigación de ecosistemas antiguos y en el desarrollo que tuvieron en el pasado.
Paleontología de invertebrados que se especializa en reconocer fósiles de animales sin columna vertebral.
Paleontología de vertebrados que se centra en el estudio de fósiles de animales con columna vertebral.

A esto se suma la tafonomía que estudia lo que sucede a un organismo después de su muerte.

Para esto desarrolla los procesos conocidos como:
 Necrología: es la investigación de los procesos de muerte. Se encarga de detectar causas como marcas visibles de dientes, la rotura de partes duras, los factores de perforación, el origen de heces fosilizadas, o el enterramiento en cenizas.
Bioestratinomía: se enfoca en lo que sucede desde que un organismo muere hasta que es enterrado. Puede incluir procesos mecánicos como el pisoteo de diversos dinosaurios o el transporte de restos. También se considera la acción de animales carroñeros y de bacterias que descomponen la materia orgánica que producen gases de descomposición.
Diagénesis: investiga los cambios físicos y químicos que se llevan a cabo cuando el tejido orgánico está enterrado. Analiza los minerales de las partes duras del organismo que quedan inalterados, se disuelven o se someten a otros procesos de fosilización. Dichos cambios físicos incluyen que los restos sean aplastados o deformados por otros procesos geológicos.



Sabiendo lo que es la paleontología no es difícil deducir que un paleontólogo es un especialista en analizar los restos fósiles de seres vivientes que habitaron la tierra en el pasado.
Esto incluye a todas las clases, es decir a animales, plantas, bacterias, hongos y por supuesto a seres unicelulares.

Su trabajo es el de reconstruir la historia orgánica en la tierra. Y suelen desempeñarse en colaboración con otros especialistas tales como arqueólogos, biólogos o geólogos.


La acción de un paleontólogo

La actividad de un paleontólogo se centra en investigar cómo se interrelacionaron especies vegetales y animales extintas, muchas de las cuales tienen variantes que han llegado hasta la actualidad. Los restos fósiles se emplean para reconstruir la vida en la tierra miles de años atrás.

Y, ¿cuál es el objetivo de semejante indagación? Sencillamente es la de reconocer los mecanismo que hacen a la existencia en el planeta. Es fundamental detectar las causas que pueden extinguir las especies, ahora que estamos expuestos a cambios climáticos profundos que están cambiando los entornos que conocemos.

Para eso un paleontólogo ubica los restos fósiles, excavando las rocas sedimentarias y recopilando información sobre estos. Realizan registros precisos sobre la edad y sus características, a través de análisis que recurren con frecuencia a tecnología avanzada.

Si trabaja en el campo es normal que utilicen cinceles, cepillos, taladros, palas o picos. Se encargan de evaluar los descubrimientos y de comparar datos nuevos con otros ya existentes.

Muchos de ellos llevan adelante análisis de laboratorio en dónde realizan identificaciones precisas y comparten los resultados con sus colegas o con especialistas de otras especialidades de la ciencia.


La mayor parte del tiempo los paleontólogos realizan lo que se conoce como trabajo de campo, recolectando los fósiles que serán objeto de estudio. Este puede llevarse a cabo en lugares como la cima de una montaña, una cantera o una cueva.

En cada caso se inspecciona la sucesión de rocas para determinar la posición de los fósiles. También se estudian para obtener información sobre los entornos en los que se desarrollaron.

Los proyectos de investigación en paleontología comienzan mayormente con información básica sobre qué animales y plantas vivieron en la zona, junto con el lugar y el tiempo estimado.


La gran mayoría de los paleontólogos trabajan en universidades y museos. También se desempeñan para gobiernos estatales o federales, o en la industria privada. A esto se suma la enseñanza y la investigación.

Por ejemplo, los paleontólogos de invertebrados suelen ser parte de los departamentos de geología y los paleobotánicos de vertebrados se integran por lo general a los departamentos de biología.

Por otro lado los que trabajan en museos suelen dedicarse a la investigación, curaduría de colecciones, al diseño de exhibiciones y a la educación pública.

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