Los etruscos formaron una civilización que habitó el centro de la península itálica entre los siglos VIII y III a. C., hasta que su territorio fue conquistado por la expansión romana, aproximadamente en el año 509 a. C
Cuando floreció la cultura etrusca en Grecia se iniciaba el periodo arcaico, recién salida de la Edad Oscura en la que quedó sumida trás el colapso de la Edad del Bronce, cuando las grandes civilizaciones del Mediterráneo oriental y de Oriente Próximo colapsaron y solo el milenario Egipto pudo resistir pero debilitado; los escitas se extienden al norte del mar Negro y las zonas que estuvieron antes ocupadas po Cimeria; en Egipto comienza la XXV dinastia, en el Próximo Oriente asiático y la penínula de Anatolia comienza a dominar el Imperio Asirio, sobre el viejo imperio Acadio y en las costas de Líbano brillan las ciudades fenicias de Tiro, Sidón y Biblos y en la costa de Tunez encontramos a la colonia fundada por Tiro, Cártago, que tanto va a influir en el Imperio Romano.
Sobre el origen de los etruscos hay tres teorías diferentes. Una de ellas defiende que eran autóctonos de la Toscana, habían estado siempre ahí, desde los primeros poblados neolíticos. Dionisio de Halicarnaso, coetáneo del emperador Augusto defendía la teoría del origen autóctono. Otra teoría defendía su origen asiático, concretamtente defiende que los etruscos llegaron al centro de Italia desde Anatolia. Se les vincula al pueblo de Tursha, mencionado por los egipcios cuando hablaban de los Pueblos del Mar (los misteriosos pueblos que asolaron los grandes imperios del final de la Edad de Bronce y estuvieron en el vértice del gran colapso de las grandes civilizaciones de la Antiguedad del Bronce). Herodoto escribe en el siglo V a. C. que los etruscos llegaron a la Península Itálica procedentes del Este y debido a una serie de hambrunas que se dieron en el siglo XIII a. C. La tercera teoría defiende que originariamente procedían del Norte de Italia, y que migraron hacia el Sur estableciendose en la Toscana.
Los griegos les llamaron Tirsenos o Tirrenos, y los romanos más tarde les dieron el nombre de Tuscos o Etruscos.
Ellos se autodenominaban Rasenna.
Se han hallado muchas similitudes con la cultura minoica. Sobre todo en aspectos como la música, el baile o el culto al cuerpo. También se han encontrado influencias en su idioma con las lenguas indoeuropeas oriundas de Anatolia. Además de todos estos detalles, sabemos que hay similitudes artísticas y del mundo funerario etrusco con los fenicios.
Las investigaciones basadas en los estudios del genoma de doce yacimientos que abaracan 2000 años de historia etrusca han resuelto los interrogantes sobre el origen, desmintiendo las teorías de Herodoto de la procedencia del este. No hay ninguna evidencia de un movimiento poblacional procedente de Anatolia .
El perfil genético es el mismo que los latinos que vivían cerca de Roma, y de los pueblos de las estepaas que llegaron a la región durante la Edad del Bronce
Estos pueblos procedentes de las estepas- pueblos establecidos desde el Danubio a los Urales que se movieron hacia el sur al final de la Edad de Bronce- fueron los difusores de las lenguas indoeuropeas habladas hoy por miles de millones de personas, por eso la persistencia de una lengua etrusca no indoeuropea es una fenómeno aún inexplicable.
A pesar de unos pocos individuos de origen mediterráneo oriental, norteafricano y centroeuropeo, el acervo genético relacionado con los etruscos se mantuvo estable durante al menos 800 años, abarcando la Edad de Hierro (la Edad de Hierro se inicia en el siglo XII a. C tras el colapso de la Edad del Bronce) y el periodo de la República Romana.
Sin embargo, durante el posterior periodo imperial romano, el centro de Italia experimentó un cambio genético a gran escala, resultado de la mezcla con las poblaciones del Mediterráneo oriental, que probablemente incluía a los esclavos y soldados reubicados a lo largo del Imperio Romano.
Al analizar la Alta Edad Media más reciente, los investigadores identificaron ancestros del norte de Europa que se extendieron por la península italiana tras el colapso del Imperio Romano de Occidente.
En las regiones italianas de la Toscana, el Lacio y la Basilicata, la ascendencia de la población se mantuvo en gran medida continua entre la Alta Edad Media y la actualidad, lo que sugiere que el principal acervo genético de la población actual del centro y el sur de Italia se formó, en gran medida, hace al menos 1000 años.
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